En mi mochila llevo una medalla de mi sobrina; la primera medalla que me dieron en los Grammys, la llevo como una especie de amuleto; y llevo varias cartas de algunos fans que quieren dedicarse a la música y que siguen luchando por este sueño. Muchas veces releo y vuelvo a mirar las cartas para darme cuenta de dónde vengo (yo también soñaba con dedicarme a esto y sigo soñando), me hace respetar mucho mi profesión, valorar cada detalle y no olvidarme de lo duro que es llegar y poder seguir manteniendo este trabajo.
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